martes, 1 de agosto de 2017

"SOÑADORES" LLEGA A SU FINAL ENTRE LA MAGIA DE HONG KONG Y LA TRANQUILIDAD DE "EL SAUCE CURVO"





     Acabo de llegar de Hong Kong con los 350 folios de "Soñadores" bajo el brazo.  Los hados este verano se confabularon para reunir allí, por diversas circunstancias y carambolas, a los tres coautores del libro que, echando el resto, pusieron traca y corolario final a este hermoso proyecto.

    

      Sobre la cima de Victoria Peek quedó este testimonio gráfico de recuerdo y las últimas líneas que escribimos, las cuales,  como no podía ser menos, configuran la dedicatoria de este libro  que dice así:


A todos los que, en algún momento, sueñan con cambiar el mundo y en especial:
                  

 A los jóvenes, que se preguntan qué quieren hacer con sus vidas.
 a sus padres, amigos y mentores, que les desean lo mejor. 

Para que tengan acierto, los unos en sus decisiones y los otros en sus consejos.

   




     Y  a mí, tras perder a los chinos, me ha tocado, en penitencia, supervisar el borrador completo y entregarlo, a más tardar el 31 de agosto, a nuestra agencia literaria, para cumplir el compromiso que en su día adquirimos con ella. ¡Me cachis en la mar!

     Menos mal que para esta no sé si ingrata, pero sí desde luego ardua labor, podré contar con la tranquilidad y el sosiego que otorgan al cuerpo y al alma las silenciosas noches de El Sauce Curvo, que deberé pasar mayormente en vela, concentrado hasta las trancas.

       Todo sea porque esta forzosa vigilia nocturna venga en beneficio adicional de los buenos sueños  y mejores soñadores que, a esas horas, seguro,   estarán entrambos columpiándose en los brazos de morfeo.