viernes, 19 de febrero de 2016

BIOGRAFÍA




   Hace poco fue mi cumpleaños. Antes, cuando era más joven, ansiaba que llegara esa fecha. Seguro que era  por los regalos, aunque fueran modestos en aquella época, y porque ser más mayor era tener más brillo y más importancia.

   Ahora también me gusta celebrar mi cumpleaños con los míos pero, luego, en mis adentros se me queda un regusto agridulce: dulce por seguir vivo, claro, y poder disfrutar de un año más; agrio porque la sensación del paso del tiempo es ahora más aguda y la sensación de que te queda menos también.

   Un amigo me recordó lo que yo mismo había escrito para mi libro "Los mejores 101 momentos de amor":  Se llama SUEÑOS DE NIÑOS y dice así:

     "Entra la luz de la ventana por una esquina dormida, como desde un proyector lejano. Y forma un chorro de estrellas.

A él le gustan las estrellas, aunque todavía no sabe lo que son. Alza ambas manos para apresar el embrujo. Una y otra vez. El niño río divertido. Pero luego se cansa, se frustra. Y llora al ver sus manos vacías.

El niño todavía no lo sabe, pero el resto de su vida hará lo mismo que hoy en su cuna: perseguir sueños felices que son como estrellas de polvo suspendidas en la alegre luz de la mañana".

   Mi última novela "Memorias del sauce curvo" que habla de esto, precisamente, recoge en sus solapas, esos dos puntos que, al día de hoy,  conforman mi biografía. Que es, como la de cualquier otro, un devenir de luces y sombras. De sueños cumplidos y de frustraciones por superar. Espero que me quede el tiempo suficiente para seguir en la pelea de aumentar los unos y menguar las otras. Que así sea.







BIOGRAFÍA. Escrito para EL BLOG DE FRANCISCO RODRIGUEZ TEJEDOR Y REDES SOCIALES.