miércoles, 26 de diciembre de 2012

NOCHE DE PAZ Y FIN DE AÑO


FIN DE AÑO


Llega el final del año y, no sabes por qué, un sentimiento agridulce te embarga. El calendario te mira con el fiel indeciso de su báscula del tiempo, que te juzga. Pisas por las aceras las hojas húmedas del otoño que ya pasó. También tuvieron su primavera. Pero, quién la recuerda ya. 

El tiempo es un devorador de instantes felices. Y tristes. Qué más da. Es como el camión de la basura que tritura los detritus del pasado. Los restos de los manjares de las mesas ricas, o las humildes hojas de lechuga. Parece tener todo el mismo fin. Desaparecer.

Escucho a mi corazón. Tal vez hacía tiempo que no lo hacía. Quizá a él también le corroe el tic tac del reloj tiempo que no se cansa nunca, ni se cansará jamás, de hacernos más y más viejos.


Todo es como una letanía, mil veces repetida todos los años en estas fechas. Tal vez es la sinfonía de la vida con sus allegros y sus adagios, incansable , recurrente y eterna.


Observo a mi loro en su jaula, que tiene un cerebro que es una centésima parte del mío. Probablemente no sabe que es fin de año y por eso canta, salta de un palo a otro, disfruta jugando con los rayos de sol, que son un regalo en estas fechas. Es feliz con su vida de pájaro. Limitada y enjaulada. Pero feliz.


Y algo en mí también se remueve. Busco, incesante, esos rayos de sol que doren las esquinas de los momentos aciagos y tristes, o de los momentos bonitos, que ya no se repetirán.


Porque el tic tac de los relojes es como el latido de tu corazón. Les gusta moverse en el filo del instante, en la maravilla sin igual de un rayo de luz que cruza el aire limpio de una mañana cualquiera. Jugando entre los barrotes de tu jaula y entre las fechas caducas del calendario. Que son como rayas de tiza escritas en la blancura eterna del tiempo, como líneas que tú dibujas en el mar, entre una ola y otra. Y otra más.

www.eldiaquefuimosdioses.blogspot.com



Estaré fuera de cobertura unos días, así que anticipo mis deseos, para todos vosotros, de paz y felicidad.

NOCHE DE PAZ





El día y la noche son como el corazón del hombre, que ofrece a veces la luminosidad de sus buenos deseos y, otras, los momentos tenebrosos de destrucción y dolor. Pero, por una vez, la noche se llenará del resplandor de las estrellas de los hombres de buena voluntad, que hoy seremos todos Y solo habrá luz y alegría en las pupilas de los niños que la vivirán por primera vez. Y también en todos aquellos que alguna vez fuimos niños.


Yo os deseo una Noche de Paz. Porque la literatura nos hace niños de nuevo soñando e imaginando mundos inocentes donde nadie muere de verdad y donde nosotros sólo somos los magos de las palabras, que crean la fugaz ilusión de poder vivir otras vidas y otros mundos, donde solo hay días luminosos y una sola noche como ésta.


Francisco Rodríguez Tejedor/www.eldiaquefuimosdioses.blogspot.com