sábado, 15 de octubre de 2011

ESCRITOR AMIGO.

 Escribió  "Entre el amor y la ira" pero, cuando lo conoces, tiene mucho más de lo primero.  Es un hombre hecho a sí mismo. A mí me parece que de una sola pieza. Ya no quedan retales tan grandes en este mundo de rompecabezas.
Le bullen los versos, y las historias, dentro.  Y se considera afortunado de poderlo contar. Tal vez porque es un hombre de la postguerra, de cuando el frío, la represión y el hambre. Yo conozco bien los páramos donde se crió. He recorrido las mismas calles y doblado las mismas esquinas buscando la libertad de los pájaros. La lejanía de las nubes a las que solo llega la imaginación. Y esos espacios abiertos de luz, de grandeza, que solo encuentras en Castilla. En aquella Castilla de la Alcarria de Guadalajara donde ambos nacimos.
Hoy vamos vestidos de traje y pluma. Con la que recreamos aquel mundo lejano, infantil y añorado que nos vio crecer, y aprender las primeras palabras, y la tabla de multiplicar. Hoy Pedro de la Cruz y yo tenemos la suerte de vivir. De poderlo contar. Y de que alguien nos escuche, siempre. Un abrazo,  paisano. Y amigo.